5 minutos más
- Josefina Carrera Schisano
- Oct 30, 2018
- 2 min read
A veces, siento que hubiese encajado mejor en otra época. En otra, cualquiera… La que sea.
No sé si me imagino en una era pasada, futura o paralela, solo sé que diferente, aunque quizás ni tanto.
Por el momento, solo siento que sería pulento tener con quien volar y escuchar unos discos, buscando preguntas con respuestas abstractas, pero a la vez concretas.
En esa volá andaba cuando me acordé cuando una amiga quiso solucionar su rabia olvidándose a sí misma, pero se le fue que en la mañana hay que despertar en otro tono, bailando otra pista, más lenta.
La vi así, gozando encima de las mesas como si fuera una fiesta, y quise experimentar la euforia de la buena compañía y la poca vergüenza con ella.
Me pareció que los presentes pensaron que a mi amiga se le pasó un poco la mano, y yo no no lo niego, pero que más da si ya de nada se acuerdan…
Al bajar de la gloria fue como si un sabio con aliento a piscola nos dijera que nos veíamos penosas, así, ahogando rimas en un río de ginebra.
Que bueno que las penas flotan, porque hundirse sola ya es suficiente.
Desesperadas por sentir algo, lo que sea, nos liberamos hasta revolver las penas, ocultando la amargura como quien endulzada el café con stevia.
Pero al día siguiente, uff... ¡Que dolor de cabeza! Me agotó la deriva, solo quería 5 minutos más en la arena.
Y al final igual lo hice... Me levanté de la cama y me dije, corta el webeo, niña. La primera lágrima de la mañana es siempre la más pesada así que arriba, dale, pa’ fuera.
30/11/2017

Comentarios