Recuerdos
- Josefina Carrera Schisano
- Sep 11, 2020
- 1 min read
Me encantaría verle entrar por mi puerta, sosteniendo su bolso en una mano y una barra de chocolate en la otra, de esas de menta que a nadie más en el mundo parecían gustarle.
Me encantaría escucharle reír a carcajadas, estrepitosamente, mientras me contaba anécdotas tan cotidianas que a cualquier otro le parecerían insignificantes, ilustradas por sus fotografías de antaño.
Cómo me gustaría acariciar su dorso desnudo con aceite de coco, hasta caer dormidos, embebidos de ese olor a playa y verano, cada vez más inalcanzables.
No se imaginan lo que daría por recostarnos juntos en ese estrecho balancín, escuchando lo que sea que sonara en aleatorio, dejando pasar las horas en un silencio que nunca logró volverse incomodo.
Podría enloquecer si recibiera tan sólo uno más de sus besos, de esos que alborotaban mis cinco sentidos y nos llevaban a despojarnos de todo pudor al hacer el amor, mirándonos a los ojos.
Sólo Dios sabe lo que daría por volver a contar las horas que sabía que faltaban para que volviera a entrar por mi puerta, e hiciéramos todo esto de nuevo, sin aburrirnos jamás.
Me hubiese encantado recordar, entonces, que hay momentos, días y personas por los que vale la pena no pestañear, y así no perderse de absolutamente nada.
11/09/2020

Comments