Rompe cabezas

 En general, suelo dejar que las incógnitas vaguen por mi mente durante los incendios, pero siempre termino arrepintiéndome de aquello cuando se apaga el fuego. Me propuse, entonces, dejar de agobiarme con mis sentimientos y adentrarlos directo en las llamas la próxima vez.

 Esta mañana, y después de mucho tiempo, me levanté llena de pensamientos rotos, de preguntas sosas, de ilusiones tórpidas. Había olvidado lo vulnerable que te vuelves cuando abres tus puertas para que estas cuestiones entren a desordenarlo todo.

 Como nunca, me atrapó una imperiosa necesidad de manifestar mis interrogantes y exponer los deseos de mi alma al mundo, para resolverlas. Graso error aquel.

 Por un minuto, me había animado a creer que aquellos pensamientos rotos no podían tornarse irreversibles ni desastrosos si el viento se los llevaba consigo, pero ya se imaginan cómo me equivoqué otra vez.

 No es secreto que existen preguntas para las cuales no queremos escuchar las respuestas, pero ahora sé que es infinitamente mejor morderse la lengua y quedarse con la duda... A veces, vale la pena contentarse con un día perfecto y no terminar lamentándose sola bajo la ducha, gastando más agua de la que deberías.

 Hoy, me di cuenta que sigo siendo la misma chica torpe con incertidumbres bobas, deseando que a los rompecabezas se los lleve el aire al igual que a las personas. Lamento anticiparles el final del cuento, pero una vez más, ante aquel propósito, los voy a decepcionar.

22/09/2019 - Para Medikarte 2019.